
Para combatir el aburrimiento, Izaskun y Mari Tere deciden comprar un coche, a pesar de que ninguna de ellas sabe conducir. Para solventar este pequeño inconveniente, Maxi les ofrece su ayuda como profesor automovilístico.
Desesperados, Javi y Lola organizan una fiesta para quitarse de encima al “pesado” de Leo, evento que aprovechan para buscar novia al vicepresidente de la comunidad. A este acto social, acude también Cristina, que sorprenderá a más de uno.
Además, Sergio y Joaquín salen a divertirse por la noche, velada en la que Joaquín acaba emborrachándose. Las consecuencias de la juerga nocturna se hacen notar al día siguiente en el comercial de la compañía constructora, que descuida por completo su labor profesional.